En las últimas cuatro décadas, el crecimiento de la población en México, ha determinado una mayor demanda de alimentos de origen animal, principalmente de carnes de ave, porcino y bovino; y de leche. Aunque se instrumenta una política agrícola que busca el logro de la autosuficiencia alimentaria mediante el incremento de la producción y la productividad, la disponibilidad de dichos alimentos, es insuficiente para reducir la dependencia de las importaciones, principalmente de carne de cerdo y leche, por lo que es necesario fortalecer las estrategias y acciones de fomento.

El crecimiento de la población en México, en las últimas cuatro décadas, ha determinado el
incremento de la demanda de alimentos de origen animal, principalmente de carnes de ave,
porcino y bovino; y de leche. Aunque se instrumenta una política agrícola que busca el logro
de la autosuficiencia alimentaria, mediante el incremento de la producción y la
productividad, la oferta de alimentos de origen animal no aporta los volúmenes suficientes
para reducir la dependencia de las importaciones, principalmente de carne de cerdo y leche,
por lo que es necesario, fortalecer las acciones y estrategias de fomento.